La pequeña aldea de la joven dama que no tiene bendicion


Me reencarné en Celistina, la villana de un juego otome. Como la prometida del príncipe heredero, en este mundo donde todos están dotados por bendiciones de los dioses y espíritus, soy la "joven sin bendición". No tengo miedo al destierro, ¡administraré mi territorio y viviré como quiera!

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